Declaran Patrimonio Histórico Nacional al hotel Termas de Villavicencio
Está quedado en el tiempo y es parte de una de las postales más reconocidas de Mendoza. Y ahora es Monumento Histórico Nacional. Cristina Fernández le dio ese reconocimiento al hotel Termas de Villavicencio, incluyendo también a la capilla y todo el complejo.
Por eso ahora ese edificio tendrá protección especial y no puede ser derribado. El dato es que se trata de una propiedad privada, pues es de la empresa francesa Danone, que tiene a su cargo la explotación del agua mineral Villavicencio y también de la reserva natural privada.
La Presidenta declaró como Patrimonio Histórico Nacional al hotel debido a los valores que representa para la historia argentina. “La aparición de los primeros sitios turísticos en la República Argentina, destinados a las clases sociales altas, se deben a la iniciativa de la sociedad civil que, a través de emprendimientos particulares y familiares, construyeron ciudades balnearias a imagen y semejanza de los balnearios europeos, a fines del siglo XIX. Durante las primeras décadas del siglo XX, a partir de la difusión de las propiedades curativas de las aguas termales, se genera la aparición de hoteles y lugares de descanso dedicados a este fin, en las cercanías de las fuentes. Entre los hoteles de montaña dedicados a este tema, se destaca la construcción en el año 1940 y en tan solo seis meses, del hotel Termas de Villavicencio, en la Provincia de Mendoza, convirtiéndose en uno de los principales de su tipo”, explica el Decreto firmado por Cristina.
Ahora la provincia debe adherir a esa declaración y luego vendrá la pelea por la conservación. Es que la mayoría de los sitios históricos tienen problemas de financiamiento para mantenerlos. El del hotel de Villavicencio es especial al ser un inmueble de propiedad privada.
El hotel está abandonado y hubo varios proyectos para restaurarlo y reabrirlo. Pero ninguno prosperó hasta ahora. Sin embargo el sitio sigue siendo uno de los principales destinos turísticos de la provincia.
“Este complejo pintoresquista de estilo normando contaba como espacios complementarios a sus 30 habitaciones, jardines, glorietas, piscina, cancha de tenis, y una capilla neocolonial donada por una asidua visitante y —proyectada por Daniel Ramos Correa— los cuales forman parte de su entorno, inmersos en un ámbito natural característico”, describe el Decreto.
En la norma también se destaca que la estampa del hotel es parte del imaginario mendocino y hasta mencionan el agua mineral como elemento de promoción. “Su imagen forma parte del imaginario colectivo provincial y nacional, debido a su alta difusión en las etiquetas de las botellas de agua mineral del mismo nombre”, aseguran.
“Declárase monumento histórico nacional a los siguientes bienes: el hotel Termas de Villavicencio y sus construcciones complementarias, incluida la capilla neocolonial, ubicado en el km. 51 de la Ruta Provincial Nº 52, Capdevilla, Departamento Las Heras, Provincia de Mendoza”, dice el Decreto 784/2013. Al mismo tiempo se declararon como patrimonio a otros hoteles como el complejo de Chapadmalal.
Por eso ahora ese edificio tendrá protección especial y no puede ser derribado. El dato es que se trata de una propiedad privada, pues es de la empresa francesa Danone, que tiene a su cargo la explotación del agua mineral Villavicencio y también de la reserva natural privada.
La Presidenta declaró como Patrimonio Histórico Nacional al hotel debido a los valores que representa para la historia argentina. “La aparición de los primeros sitios turísticos en la República Argentina, destinados a las clases sociales altas, se deben a la iniciativa de la sociedad civil que, a través de emprendimientos particulares y familiares, construyeron ciudades balnearias a imagen y semejanza de los balnearios europeos, a fines del siglo XIX. Durante las primeras décadas del siglo XX, a partir de la difusión de las propiedades curativas de las aguas termales, se genera la aparición de hoteles y lugares de descanso dedicados a este fin, en las cercanías de las fuentes. Entre los hoteles de montaña dedicados a este tema, se destaca la construcción en el año 1940 y en tan solo seis meses, del hotel Termas de Villavicencio, en la Provincia de Mendoza, convirtiéndose en uno de los principales de su tipo”, explica el Decreto firmado por Cristina.
Ahora la provincia debe adherir a esa declaración y luego vendrá la pelea por la conservación. Es que la mayoría de los sitios históricos tienen problemas de financiamiento para mantenerlos. El del hotel de Villavicencio es especial al ser un inmueble de propiedad privada.
El hotel está abandonado y hubo varios proyectos para restaurarlo y reabrirlo. Pero ninguno prosperó hasta ahora. Sin embargo el sitio sigue siendo uno de los principales destinos turísticos de la provincia.
“Este complejo pintoresquista de estilo normando contaba como espacios complementarios a sus 30 habitaciones, jardines, glorietas, piscina, cancha de tenis, y una capilla neocolonial donada por una asidua visitante y —proyectada por Daniel Ramos Correa— los cuales forman parte de su entorno, inmersos en un ámbito natural característico”, describe el Decreto.
En la norma también se destaca que la estampa del hotel es parte del imaginario mendocino y hasta mencionan el agua mineral como elemento de promoción. “Su imagen forma parte del imaginario colectivo provincial y nacional, debido a su alta difusión en las etiquetas de las botellas de agua mineral del mismo nombre”, aseguran.
“Declárase monumento histórico nacional a los siguientes bienes: el hotel Termas de Villavicencio y sus construcciones complementarias, incluida la capilla neocolonial, ubicado en el km. 51 de la Ruta Provincial Nº 52, Capdevilla, Departamento Las Heras, Provincia de Mendoza”, dice el Decreto 784/2013. Al mismo tiempo se declararon como patrimonio a otros hoteles como el complejo de Chapadmalal.