El Gobierno cortó una llamativa prioridad que había para algunos trabajadores del Estado
El Gobierno argentino, a través de un decreto firmado por el Ministro de Desregulación y Transformación, Federico Sturzenegger, oficializó la prohibición de los cargos hereditarios en organismos estatales. La medida evita que familiares de empleados fallecidos accedan a sus posiciones por herencia.
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Manuel Adorni, portavoz del Gobierno, señaló que esta normativa busca erradicar "privilegios de sangre" y reinstaurar el mérito como criterio de ingreso en la administración pública. Durante la presidencia de Mauricio Macri se había intentado suprimir estos beneficios, pero fueron reactivados bajo el mandato de Alberto Fernández.
Esta acción se suma a otras decisiones del Ejecutivo para reducir la estructura estatal, como el cierre de la AFIP y la solicitud para que 10.000 empleados próximos a la jubilación inicien sus trámites. Además, el Gobierno prevé un examen de idoneidad para 40.000 empleados temporarios, con el fin de evaluar su continuidad laboral.
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Sturzenegger subrayó que la prohibición se inspira en principios liberales y republicanos de la Revolución Francesa y la Constitución argentina, denunciando los cargos hereditarios como prácticas arcaicas.