La economía no se recupera: supermercados y mayoristas vuelven a tener números negativos

El INDEC informó que, según los relevamientos realizados en supermercados y autoservicios mayoristas, las ventas continúan desplomándose desde fines del año pasado.

Las ventas en supermercados durante agosto de 2024 cayeron un 10,1% en comparación con el mismo mes del año anterior, según datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). 

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Sin embargo, registraron un leve aumento del 0,2% respecto a julio. Este comportamiento refleja la continuidad de una tendencia negativa en el sector minorista, acumulando una caída del 11,5% en los primeros ocho meses del año, en relación al mismo período de 2023.

Las ventas en supermercados volvieron a caer. 

De las ventas totales, el 46,2% se realizaron con tarjetas de crédito, mientras que las tarjetas de débito representaron el 27,3%, las compras en efectivo el 17,4%, y otros medios de pago el 9,1%. El ticket promedio por compra fue de $22.656. A precios corrientes, las ventas en supermercados durante agosto sumaron $1.667.462,1 millones, lo que supone un incremento del 210,3% respecto al mismo mes del año pasado.

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En términos de rubros, los artículos con mayores aumentos interanuales fueron: "Verdulería y frutería" (255,4%), "Panadería" (253,3%), "Lácteos" (246,8%), y "Artículos de limpieza y perfumería" (242,2%).

Por otro lado, las ventas en autoservicios mayoristas también registraron una caída del 15,1% respecto a agosto de 2023, aunque crecieron un 2,2% en comparación con julio. El acumulado de enero a agosto muestra una caída del 13,5%. Las ventas totales a precios corrientes en este sector fueron de $278.884,0 millones, un aumento del 203,6% interanual. Los rubros con mayores incrementos en este segmento fueron: "Indumentaria, calzado y textiles para el hogar" (313,8%) y "Electrónicos y artículos para el hogar" (312,2%).

Estas cifras reflejan un contexto económico marcado por la alta inflación, que si bien eleva los montos nominales de las ventas, impacta negativamente en el poder adquisitivo y en la demanda real de los consumidores.

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