Nicole Kidman frenó la grabación de una escena de sexo porque "no quería más orgasmos"
Nicole Kidman volvió a generar titulares tras sus recientes declaraciones sobre el desafío que enfrentó al filmar su último drama erótico, Babygirl, una película que promete estar entre las más comentadas del año.
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La actriz australiana, conocida por asumir roles complejos, admitió que la intensidad de las escenas íntimas fue tan alta que tuvo que detener el rodaje en varias ocasiones.
En una entrevista con The Sun, Kidman confesó que las secuencias eróticas con sus co-protagonistas Antonio Banderas y Harris Dickinson le resultaron particularmente difíciles. Dickinson, quien es casi 30 años menor que Kidman, comparte con ella algunas de las escenas más complejas del film.
Nicole Kidman se arriesgó con una película erótica que dará de qué hablar.
La actriz explicó que la confianza en sus compañeros y el equipo fue crucial, aunque el proceso no estuvo exento de momentos frustrantes. "Hubo una enorme cantidad de intercambio, confianza y luego frustración. Era como ‘no me toques más'. (...) Fue agotador", expresó Kidman, evidenciando lo difícil que fue manejar la intensidad emocional y física del rodaje.
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La estrella de Big Little Lies también compartió que llegó a un punto donde ya no soportaba las exigencias de su papel. "Hubo momentos en los que pensé, ‘ya no quiero tener más orgasmos'. ‘No te acerques a mí. Odio hacer esto'. ¡No me importa si no me tocan nunca más en mi vida!", declaró, añadiendo un toque de humor sobre lo abrumadora que fue la experiencia.
Kidman destacó cómo necesitaba espacio durante el rodaje, en especial en las escenas más cargadas de tensión. Harris Dickinson reveló que, en más de una ocasión, la actriz pidió al equipo que abandonara el set temporalmente para poder retomar el control emocional.
Nicole Kidman y su co-protagonista, Antonio Banderas.
Dirigida por Halina Reijn, Babygirl se estrenará en diciembre en Estados Unidos, y ya generó expectativas por la química explosiva entre los personajes y la representación de una intensa relación de poder y deseo. Kidman interpreta a una empresaria que se involucra en un romance con un pasante mucho más joven, una trama que explora dinámicas sexuales y de poder en un entorno corporativo.
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Este no es el primer acercamiento de Kidman al cine erótico. En 1999, protagonizó junto a su entonces esposo Tom Cruise Ojos bien cerrados, bajo la dirección de Stanley Kubrick, un thriller psicológico que también exploraba el deseo, la infidelidad y las relaciones de poder. En aquella ocasión, su papel fue igualmente comentado por su intensidad y complejidad, lo que reafirma su disposición para abordar personajes desafiantes y emocionalmente desgastantes.
A medida que se acerca el estreno de Babygirl, el filme promete ser un proyecto provocador y visceral, con una Kidman nuevamente en el centro de una trama que no teme abordar temas incómodos, mostrando el compromiso y la vulnerabilidad de la actriz en uno de sus papeles más arriesgados.