"Astiz me dijo que me seguía": la tétrica confesión de Arrieta tras su visita a los genocidas

La diputada más polémica que tiene la provincia de Mendoza rompió el silencio y relató un escalofriante momento que vivió en la cárcel con el represor.

La diputada nacional por Mendoza, Lourdes Arrieta, reveló detalles escalofriantes sobre su reciente visita al penal de Ezeiza, donde se reunió con un grupo de represores condenados por delitos de lesa humanidad.

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La visita, que generó una ola de repudio en diversos sectores de la sociedad, tuvo un momento particularmente inquietante durante su encuentro con Alfredo Astiz, uno de los criminales más infames de la última dictadura militar argentina.

Astiz, conocido como el "Ángel de la Muerte", se infiltró en organizaciones de derechos humanos durante el régimen militar, llevando a cabo secuestros, torturas y asesinatos. Condenado a prisión perpetua, su figura sigue siendo sinónimo de los horrores de la dictadura.

En ese sentido, Arrieta, quien fue parte de la comitiva de seis legisladores de La Libertad Avanza (LLA) que visitó a estos presos el pasado 11 de julio, describió en detalle el perturbador encuentro que tuvo con Astiz.

En una extensa entrevista con Jorge Rial en su programa "Argenzuela", transmitido por el canal C5N, Arrieta relató con asombro cómo Astiz parecía anticipar su visita. "Me llamó la atención porque él me dijo ‘yo sabía que ibas a venir', lo cual me generó un alerta. ¿Cómo lo sabía? No sé si le pasaron información. Sabía que mi papá es veterano de guerra. También me dijo que me seguía, que sabía de mi existencia, de mis padres", confesó la diputada.

La legisladora detalló que Astiz no participó activamente en la reunión como otros presos. "Estaba escondido, en un rincón... No participó ni se presentó como hicieron otros", describió sobre la actitud del represor.

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Por otro lado, la mendocina también admitió que, al principio, no había reconocido al "Ángel de la Muerte" debido a su apariencia envejecida. "Es evidente que yo estuve enfrente de una población interna, de adultos mayores, por el paso del año, las caras era muy difícil de reconocer. Por eso no sabía que era Astiz porque no le reconocí la cara", añadió.

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