Video: Furia y Coty comenzaron a discutir en Gran Hermano y casi se van a las piñas
En Gran Hermano se vivió momentos de alta tensión durante la tarde del martes entre dos de sus concursantes, Furia y Coti Romero. El conflicto estalló durante una discusión grupal sobre la gestión de los gastos del programa, particularmente sobre el consumo de cigarrillos, pero rápidamente se tornó personal.
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Furia lanzó una provocación a Romero, insinuando que la presencia de esta última en el show era injusta debido a su fama, lo que podría darle una ventaja en las votaciones. "Siempre agarran algo de punto para que suene picante, porque vienen al pedo. Agarras cualquier cosa pequeña para estallar", acusó Furia. A lo que Romero respondió con sorpresa, preguntando qué quería decir con eso.
La situación se intensificó rápidamente, con Juliana Scaglione (Furia) alegando que el "Gran Hermano" de Romero era inferior y que su envidia se debía al éxito de la edición actual. "El mejor GH papá, todos ustedes quieren volver a entrar acá y te tocó a vos. Ya vinieron un montón. Traigan gente que sepa jugar", desafió Juliana.
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Constanza Romero contraatacó, cuestionando si Furia temía que ella tuviera seguidores. Furia, lejos de aplacar los ánimos, redobló la apuesta: "Estoy re tranquila, pero es injusto. Tenés que ir a GH Famosos". Además, añadió un comentario sarcástico sobre el estilo de vida y origen de Romero, diciéndole que dejara de "dormir" y que fuera a "cazar cocodrilos".
La discusión escaló hasta convertirse en un intercambio de insultos, con Romero replicando a las provocaciones de Furia. Finalmente, las dos terminaron frente a frente, en una confrontación que amenazaba con volverse física. Juliana, en un giro inesperado, cambió su tono y dijo a Coti: "No te voy a gritar, te voy a besar. A eso viniste, a besarme. Otra que gusta de mí ahora".
Este altercado entre las concursantes ha sacudido la dinámica del programa, evidenciando no solo la tensión inherente al encierro y la convivencia, sino también las estrategias de algunos participantes que parecen jugar en el límite de lo permisible para captar la atención del público y las cámaras.