Los bodegueros, enojados con Milei por un particular anuncio: "Es inviable"
Más de 200 bodegas y empresas del sector vitivinícola expresaron su preocupación a través de un comunicado ante la imposición de retenciones del 8% a las exportaciones de vino en el país. La medida generó inquietud entre los bodegueros, considerando que afectaría la viabilidad del negocio y tendría consecuencias socioeconómicas negativas.
En fotos: nació un cóndor andino en un reconocido parque del Valle de Uco
Este pronunciamiento se suma a otras voces del sector, como la Corporación Vitivinícola Argentina (COVIAR) y la Unión Comercial e Industrial de Mendoza (UCIM), que también manifestaron su rechazo a la reintroducción de retenciones después de cuatro meses sin ellas.
En el comunicado, Bodegas de Argentina destaca que el país enfrenta un arancel promedio del 5% para acceder a los mercados internacionales debido a la falta de acuerdos internacionales. Además, resalta la situación crítica del sector, evidenciada por una histórica caída del 27% en volumen y 17% en facturación en exportaciones durante el último año, perdiendo mercados que requirieron tiempo e inversión para su desarrollo.
La mejora competitiva lograda a través de la devaluación y la nueva modalidad de liquidación, que inicialmente representó un 20%, se reduce al 12% con la implementación del 8% de retenciones. Además, el impacto negativo se extiende a las importaciones, afectadas por el aumento del Impuesto País y el incremento del 100% en la devaluación, resultando en alzas del orden del 60% en los insumos.
El Gobierno confirmó quién será el Jefe de la Policía de Mendoza
Los bodegueros también cuestionan la relación entre los ingresos fiscales generados por las retenciones y su impacto en el sector, señalando que representan un costo fiscal de 60 millones de dólares, cifra cercana a lo que las bodegas destinan a acciones de promoción y publicidad en los mercados internacionales.
Advierten que esta nueva carga fiscal disminuirá la competitividad de las exportaciones, profundizando la caída de las ventas al exterior, incrementando las existencias de vino y provocando reducciones en los precios de las materias primas, lo que podría poner en riesgo empleos en el sector.