Furia dijo que imita a Milei para ganarse el cariño de la gente: "Lo votaron por..."
En esta edición de Gran Hermano, Juliana "Furia" Scaglione se destacó como la figura central del reality, marcando una diferencia significativa con el ganador anterior, Marcos Ginocchio.
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Mientras Ginocchio conquistó el título con una imagen amable y pasiva, Furia interpreta el clima actual, adoptando actitudes provocativas y disruptivas, alineándose con el estilo de Javier Milei.
Furia logró dividir la casa en dos con su comportamiento provocador y violento, generando constantes reacciones entre los participantes. En una conversación con Carla, la protagonista reconoció la necesidad de adaptarse a las expectativas del público actual, distanciándose de la idea de premiar la bondad y la belleza.
"La gente ahora tiene ganas de matar", afirmó Furia, comparando la nueva dinámica con la edición anterior, donde el ganador era valorado por su amabilidad.
La participante explicó abiertamente por qué adopta un enfoque enérgico y caótico en la casa, sin temor a ser percibida como una persona desequilibrada. Para Furia, su estrategia sigue el patrón exitoso de Javier Milei en las elecciones, donde la lucha, los gritos y la confrontación resonaron con un sector del electorado.
"Básicamente, tenemos un presidente que la gente lo votó porque el chabón lucha, grita y pelea porque es la voz de un montón de otras personas", expresó Furia, destacando la conexión entre su estrategia y la del presidente libertario.
Aunque la participación de Furia genera divisiones y tensiones en la casa, su presencia se mantiene intrigante para los demás concursantes, quienes buscan comprender hasta dónde llegará con su enfoque disruptivo. Al igual que el presidente Milei, Furia desafía las expectativas tradicionales, ofreciendo una perspectiva diferente y generando controversia en el contexto del reality.