Pagar el mínimo de la tarjeta será más caro a partir de noviembre
La creciente inflación, que se acerca al 140% en términos interanuales, está teniendo un impacto directo en el costo de financiamiento con tarjetas de crédito en Argentina. A partir de noviembre, se prevé un aumento en las tasas de interés para compras a plazos y un encarecimiento en el refinanciamiento de los saldos pendientes.
Para fomentar el ahorro en pesos, el Central aumentó las tasas de interés de los plazos fijos
Esto se traducirá en un mayor costo para los consumidores, en especial para aquellos que optan por pagar el monto mínimo de sus tarjetas de crédito.
La decisión de incrementar las tasas de interés se formalizó a través de la Comunicación "A" 7862/2023 publicada en el Boletín Oficial. Esto se produce como respuesta a la persistente inflación, que superó el 12% en agosto y septiembre.
En particular, la tasa de refinanciamiento de las tarjetas de crédito aumentará del 107% al 122% anual nominal (TNA) para importes menores a 200 mil pesos o 200 dólares. Sin embargo, el Costo Financiero Total (CFT), que se reflejará en el resumen de cuenta, será considerablemente más alto, llegando a aproximadamente un 302.8%.
Pagar el monto mínimo de la tarjeta de crédito, solicitar adelantos de efectivo o financiar compras a plazos por fuera del programa Ahora 12 se volverá significativamente más costoso. El programa Ahora 12, diseñado para fomentar el financiamiento a corto plazo, sigue siendo la opción más elegida por los consumidores.
La medida que podría tomar el Banco Central ante la dispara del dólar
Para compras que superen los 200 mil pesos o 200 dólares, la tasa de interés se regirá por la regulación establecida en la Ley de Tarjetas de Crédito. En este caso, los intereses no pueden exceder el 25% de la tasa que las entidades financieras aplican a los préstamos personales. En consecuencia, el Costo Financiero Total variará según la entidad bancaria, siendo por lo general más elevado en las instituciones financieras privadas en comparación con las públicas.
Este aumento en los costos de financiamiento con tarjetas de crédito representa un desafío adicional para los consumidores en medio de un entorno económico marcado por la inflación y la volatilidad financiera. Los consumidores deberán considerar estas tasas más elevadas al planificar sus gastos y administrar sus deudas.