La abrumadora reflexión que hizo Luciano Sánchez tras abandonar la clínica: "Me van a usar..."
Luciano Sánchez abandonó el sanatorio esta tarde después de pasar la noche allí, tras la dura lesión en su rodilla izquierda provocada por un pisotón de Marcelo durante el partido entre Argentinos y Fluminense. "Que se quede tranquilo, fue una jugada desafortunada", afirmó el defensor.
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El defensor reveló que recibió un mensaje del brasileño y destacó que "es un gesto que demuestra cómo es". Además, agregó: "Ya lo admiraba antes como futbolista y ahora también como persona. No tiene nada que reprocharse. Ya se lo dije".
Con respecto a su recuperación, Sánchez fue contundente. "Al principio hubo mucho dolor, pero por suerte me pudieron corregir la rodilla en el momento y eso me alivió mucho. La noche la pasé tranquilo. Ahora hay que esperar que se deshinche para hacer otros estudios y determinar cuándo operarme", manifestó.
El futbolista de 29 años también agradeció la gran cantidad de mensajes que recibió en las últimas horas y deslizó que "hay que tener paciencia, es solo una cuestión de tiempo". En tanto, agregó: "Ya me pasó con otras lesiones. Cuando quiera acordarme, voy a estar de nuevo en una cancha".
En relación al apoyo de sus compañeros, Sánchez confesó parte de su charla con Gabriel Milito y reconoció que quieren dedicarle el pase a cuartos de final en la Copa Libertadores. "El apoyo de todos me dio fuerzas. Me dijo que estaba muy dolido. Me van a usar para ir con todo por la clasificación", concluyó entre risas.
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Las redes sociales de Argentinos confirmaron que el lateral derecho padece una luxación completa de la rodilla izquierda. Luego de algunos días para que se le deshinche la zona y se realicen nuevos estudios, será operado: los profesionales indicaron que la recuperación le demandará entre ocho meses y un año.
La jugada ocurrió a los 12 minutos del segundo tiempo del encuentro que Argentinos y Fluminense igualaron 1-1, en La Paternal. Marcelo, que fue expulsado por aquella acción, dejó el campo de juego con gestos de mucha preocupación: se tomaba la cabeza y hasta se lo vio con lágrimas en los ojos. Luego se acercó al vestuario local para conocer el estado de su rival y también le envió mensajes para disculparse y apoyarlo.