Videos: dos ladrones torturaron a un joven con una picana para robarle el celular
Dos motochorros atacaron con una picana a un joven en la localidad de Ezpeleta, Quilmes. Los malvivientes, que alcanzaron a robarle el celular a la víctima, quedaron grabados por una cámara de seguridad.
Video fuertísimo: así picanearon a un joven para robarle
El terrible hecho sucedió el miércoles cerca de las 22:00, cuando los ladrones observaron a la víctima caminando por la vereda, y luego lo encararon.
Cuando el joven se percató de la intención de los malvivientes, arrojó la mochila que llevaba colocada a una casa de la zona y empezó. Sin embargo, a los segundos fue atrapado por los delincuentes.
Uno de los malvivientes descendió de la movilidad y comenzó a perseguirlo a pie, mientras que el otro hacía maniobras con la moto para encerrarlo hasta que finalmente logró su objetivo. Fue ahí cuando arrancó la tortura. El primero lo hizo caer, para luego tirarse encima de él.
En momentos en que estaba sobre el joven, sacó de su bolsillo una picana eléctrica con la que le aplicó una descarga eléctrica que hizo que la víctima quede desparramada en el suelo.
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Acto seguido, el ladrón le robó su celular y otros objetos. Con el botín en su poder, se subió a la moto y escapó con su cómplice. Tras el hecho, algunos vecinos de la zona asistieron al joven.
En declaraciones vertidas a TN, Pablo, uno de los hombres que auxilió al chico asaltado, dijo que lo encontró dolorido y asustado, y que tras algunos minutos les agradeció, tomó su mochila y se fue. "Tenía un dolor muy fuerte en el pecho, ahí lo picanearon, casi lo matan", declaró.
"Sólo le sacaron el teléfono celular, mientras que el bolso en el que llevaba libros y cuadernos lo tiró en el jardín de una casa y lo pudo recuperar. Estamos a dos cuadras de la avenida Calchaquí, la gente va y viene a toda hora para ir a tomar un colectivo o regresa a su casa", añadió.
Además, sostuvo que no fue un hecho aislado. "Es uno de los tantos que ocurren en la zona", y aclaró que el uso de la picana para perpetrar el hecho no había sucedido antes. "Vivimos con alarmas, con rejas, mirando entre los vecinos si uno entra o sale. Es constante el temor y la inseguridad, ya no sabemos cómo salir a la calle, nos reunimos con las autoridades, pero no alcanza", remarcó.