Un colectivero chocó a propósito contra una guardería en Canadá y causó la peor de las tragedias
Dos niños murieron y otros seis debieron ser internados en un hospital canadiense después de que un conductor incrustara un micro contra una guardería en la ciudad canadiense de Laval, en las afueras de Montreal, en un incidente que, según la policía, habría sido intencional.
"Creemos que esto es deliberado, pero desconocemos el motivo", señaló Pierre Brochet, jefe de policía de Laval.
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Los seis niños heridos que fueron derivados al hospital "están fuera de peligro", expresó Erika Landry, vocera de la policía de Laval, donde se encuentra la guardería.
"El conductor, un hombre de 51 años, fue detenido por homicidio y conducción temeraria", agregó. El hombre, que por estas horas es interrogado por la policía, no tiene antecedentes penales.
"Dieciséis vehículos, incluidas nueve ambulancias, están actualmente presentes en el terreno", añadió la portavoz, y señaló que la policía diagramó un gran perímetro de restricción de tránsito en las cercanías de las instalaciones parcialmente destruidas.
La tragedia ocurrió a las 8:30 (hora local), en momentos en que muchos padres estaban dejando a sus hijos en la Garderie éducative Sainte-Rose.
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A raíz del impacto varios niños quedaron atrapados debajo del rodado, de donde fueron sacados por las autoridades que intervinieron.
En las imágenes que llegaron a la televisión se pudo observar el micro empotrado en una parte del establecimiento. Parte del techo del edificio se desplomó sobre la parte delantera del micro.
"Ayudé a controlar al conductor que salió del micro", relató el padre de una de las criaturas a Radio Canadá. Según su esposa, el hombre estaba "medio desnudo" y testigos lo vieron "lanzarse deliberadamente contra la guardería".
"Lo primero que hizo después de abrir la puerta del ómnibus fue quitarse toda la ropa... Estaba simplemente gritando. No pronunciaba palabra alguna", añadió el hombre, identificado como Hamdi Benchaabane.
El alcalde Stéphane Boyer precisó que el hombre llevaba diez años trabajando para la Societe de Transport de Laval y que no tenía incidente alguno en su expediente.
"¡No lo puedo creer! ¡No lo puedo creer! ¿Quién puede estar tan loco como para hacer algo tan monstruoso? Atacar a los niños, ¡vamos!", soltó una madre que había llegado al lugar a buscar su hijo.