"Manoseo, golpes y violación": el aberrante relato de la joven que denunció a Dani Alves
Daniel Alves, ex jugador del FC Barcelona, y catalogado como uno de los mejores defensores de todos los tiempos del fútbol moderno, se encuentra detenido en la ciudad española luego de haber sido el apuntado por una presunta agresión sexual a una joven de 23 años en una discoteca del lugar donde vivía en 2022.
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El brasilero, íntimo amigo de Lionel Messi, quedó bajo el poder de los oficiales de seguridad catalana sin fianza el pasado viernes 20 de enero. Ante esta aprehensión, varias fueron las figuras del deporte que salieron a apoyar al futbolista pero luego de haber escuchado el relato de la víctima decidieron aclarar sus dichos. Uno de los casos más actualizados fue el del propio entrenador que tuvo Alves en Barcelona, Xavi Hernández. El DT, cuando se conoció la noticia de la detención de Dani, se mostró "impactado" por el hecho: "Es difícil comentar una situación así. Estoy sorprendido e impactado. En estado de shock. La justicia dictará lo que sea, no podemos entrar. Me sabe muy mal por él. Estoy sorprendido por cómo es él y cómo ha sido con nosotros. No puedo decir nada más", dijo el catalán.
Sin embargo, luego de haber escuchado el relato, y de ver cómo se le castigaba en las rede sociales, reculó en su discurso y cambió la perspectiva: "Es un tema muy escabroso, pero obvié hablar de las víctimas. Hay que condenar todo este tipo de actos, tanto en violencia de género como en violaciones".
Lo que habría cambiado este radical cambio fue la filtración de una de las declaraciones que se llevaron adelante en la investigación de este caso. Según lo emitido en la presentación judicial que informó un medio local, la víctima ingresó al local bailable a las dos de la madrugada junto a dos amigas en aquella noche de 2022. Ya dentro del recinto, un grupo de chicos las invitaron a pasar a la zona VIP donde, según un camarero, un cliente las quería invitar a tomar una bebida, pero ellas lo rechazaron.Minutos más tarde, el empleado del lugar volvió con las jóvenes con una nueva propuesta del mismo grupo que las había invitado a la parte privilegiada. Allí fue cuando se acercaron a la mesa donde estaba Dani Alves. El brasilero estaba en compañía de otro hombre y dos mujeres, quienes se marcharon cuando llegó el grupo de chicas que habían invitado. Fue entonces cuando quedaron cinco personas en la misma mesa: 2 sujetos masculinos y 3 femeninos.
Continuando con el relato que se presentó en la Justica, el en ese entonces jugador del Barcelona se presentó ante la joven y no lo reconoció. Las otras dos jóvenes si habrían conocido quién era Alves. Luego de algunas horas, Daniel invitó a las chicas a tomar un champagne y habría empezado a tocarlas. Ante el momento de incomodidad, la denunciante va hasta el baño y él la sigue: "Cuando entra se da cuenta que está en un baño muy pequeño y ella quiere salir pero el futbolista lo impide y haciendo uso de la violencia, la abofetea y termina violándola. Él sale primero del baño y luego lo hace ella" fue el crudo relato que luego fue confirmado por las grabaciones del lugar bailable.
Allí, la denunciante se encuentra con una de sus amigas y le comenta lo que había pasado. Salen de la discoteca y le informan al personal de seguridad sobre lo que había pasado. Los oficiales llaman a una ambulancia y a la Policía local. Cuando arribaron los uniformados, Daniel Alves ya se había retirado del lugar.
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La joven es trasladada al Hospital Clinic y se activa el protocolo de violación. "Se recogen las muestras biológicas que deben ser utilizadas ahora en la investigación. Hay lesiones que no son graves pero sí compatibles con un forcejeo que irían en línea con la declaración de la presunta víctima", informó El Periódico.
Con la primera declaración certera de la situación que se había vivido en el lugar bailable, el acusado quedó muy mal parado en su defensa ya que se terminó contradiciendo en varias de sus oraciones. Primero, negó cualquier encuentro con la joven pero las grabaciones le jugaron en contra; segundo, tiró un manotazo de ahogado al decir que mantuvo "relaciones sexuales consentidas" con la víctima.