Potus: la guía definitiva para que crezca fuerte y sano

El potos o potus es una de las plantas interiores por excelencia debido a su color siempre verde y su expansión, especialmente en escaleras y paredes. Sigue esta guía definitiva para que tu poto crezca fuerte y sano.

Si eres amante de las plantas, seguro has sembrado por todos lados. Y cuando decimos por todos lados nos referimos tanto a jardines como a interiores. Es muy probable, que entre tus plantas de interiores, se encuentre el potus, también conocido como poto, o con su nombre científico: Epipremnum aureum. Ya que es una especie que, por ser perenne, siempre posee ese color verde brillante tan característico, aportando el toque fresco a tus ambientes. 

El potus es originario de Asía, particularmente de Indonesia, Malasia, incluso Nueva Guinea. Se trata de una planta trepadora que, en su lugar de origen, puede alcanzar hasta 20 metros de altura. Aunque ese tamaño es muy difícil de lograr en países con temperaturas por debajo de los 25 grados. La característica más notable del poto, son las hojas en forma de corazón, siempre verdes con figuras en amarillo. Raras veces florece, incluso en su entorno natural. 

Un dato que quizás no conocías del potus, es una planta capaz de purificar el aire de tu hogar, soportando incluso ambientes en los que habitualmente hay humo. Además, es una planta trepadora, tipo liana, por lo que si la colocas en la maceta o la dejas cerca de un palo, crece enredándose todo alrededor. 

La guía definitiva para que tu potus crezca fuerte y sano 

Una vez que nos hemos interiorizado en las características naturales del potus, comprenderás íntegramente cuáles deben ser los cuidados para que crezca de la mejor manera posible. 

Ubicación e iluminación, el primer aspecto a considerar. Ya dijimos que el potus es una planta de interior, por lo que colocarla en exteriores es condenarla al sufrimiento y la muerte. Y dentro de casa, no la ubiques cerca de ventanas que reciben de lleno la luz del sol, hazlo más bien en un rincón que esté a media sombra. Un excelente spot para esta planta puede ser el baño y de esta manera absorberá la humedad de cada ducha. 

Riego. Este es el punto más delicado para el cuidado del potus. Esta planta no requiere tanta agua, con esta especie es mejor que le falte a que le sobre. Si tu hogar es muy seco, puedes pulverizar agua sobre sus hojas y tallos de vez en cuando, siempre sin excederse ni encharcar. 

Sustrato. Es fundamental que tu poto esté en tierra rica en materia orgánica con buen drenaje. Un buen sustrato puede ser aquel que esté compuesto de turba, humus de lombriz y fibra de coco a partes iguales, también puedes añadir un poco de vermiculita. Esto dará por resultado un sustrato con buen drenaje y muy rico en nutrientes. 

Transplante. En caso que tu potus crezca mucho y consideres que es mejor pasarlo a tierra o a una maceta más grande, debes saber que la mejor época para hacer esto es durante la primavera. Si ya has hecho un transplante de potus hace menos de 2 años, te recomendamos dejarlo en la maceta, o lugar, en el que está.

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