El mejor método para cosechar ajo orgánico en casa
El ajo es, quizás, uno de los vegetales que despierta los sentimientos más polarizados: es amado, o es odiado. Lo cierto es que desde hace muchísimo tiempo que se encuentra presente tanto en la gastronomía como en la medicina. Ya en el siglo VIII antes de Cristo el ajo crecía en Babilonia, incluso, los eruditos chinos hablaban de sus propiedades en el año 3000 A.C.
El sabor del ajo realza cualquier comida, su ingesta aporta vitaminas y además tiene efectos beneficiosos sobre la presión arterial y cardíaca. Por estos motivos y muchos más, tener una planta de ajo en la huerta de casa es fundamental. Sigue este procedimiento y podrás cosechar tu propio ajo orgánico en casa.
¿Cómo cosechar ajo orgánico en casa?
Lo único que necesitas es una cabeza de ajo, un cuchillo y un recipiente donde puedas poner medio litro de agua. Puede reutilizar una botella de gaseosa o cualquier otro recipiente de plástico.
Toma la cabeza de ajo y quítale la capa externa, pero no le saques toda la piel. Luego corta la parte superior de la cabeza de ajo con un corte transversal, de manera tal que quede visible la punta de todos los dientes de ajo. A continuación llena el recipiente con medio litro de agua, y coloca el ajo. ¡Que no quede sumergido! Es importante que sólo la parte inferior de la cabeza de ajo esté en contacto con el agua.
Notarás que rápidamente comenzarán a salir las raíces y al cabo de una semana ya estará listo para ser plantado en la tierra. Cuando vayas a hacer el paso a tierra debes separar los dientes uno a uno y enterrarlos por separado. Puedes enterrarlos en la misma maceta pero no todos juntos. Asegúrate de cubrir con tierra el diente de ajo por completo.
Cuando el 40% o 60% de las hojas se encuentren amarillas (el ajo generalmente tiene 6 hojas), ya es momento de cosechar. La maduración del ajo depende de lo largo que sean los días. La mayoría de las variedades están listas a mediados de julio. Es importante que no dejes pasar mucho tiempo para la cosecha ya que de lo contrario el bulbo comenzará a reventarse.
Una vez cosechado, ya está en condiciones de ser utilizado en tu cocina. Sólo necesita un proceso de curación en caso que quieras almacenarlo a largo plazo. En ese caso, lo que tienes que hacer es ponerlo en anaqueles (estantes) donde haya un buen flujo de aire pero fuera de la luz directa del sol. Deben estar en reposo aproximadamente 3 semanas o hasta que las 2 hojas exteriores estén completamente secas. Una vez curado, corta las puntas y las raíces y limpia el residuo de tierra. Coloca los ajos en cajas (preferentemente) de cartón limpias, o en sacos de arpillera, y se almacenan a 32-35° F y a una humedad relativa de 65-75 por ciento.