¿Se pueden congelar las verduras crudas?
Sabemos que podemos freezar carnes, mariscos, pescados y panes. Pero la duda sobre las verduras siempre está latente, sobre todo cuando estamos por emprender un viaje y no queremos que se nos eche a perder nada dentro de la heladera. Lo cierto es que al igual que otros frescos, se pueden congelar.
Horóscopo: los signos del zodiaco que van a encontrar el amor en junio
La nutricionista Beatriz Robles, tecnóloga de alimentos y dietista realizó un informe en el que detalla cuáles verduras se pueden congelar crudas y cuáles necesitar de un pequeño hervor.
Básicamente, para congelar cualquier verdura debemos cortar y trocear cada pieza por dos sencillas razones. La primera es por cuestión de espacio. Cortándolo, además de obedecer a otras razones de carácter práctico, podrás controlar mejor las raciones a la hora de descongelar.
Sin embargo, la segunda razón por la que debes trocear las verduras tiene más que ver con su propia conservación que con el carácter logístico. Deberás trocearlas para que puedas someterla al paso previo al congelado: el escaldado o escocido. Paso que es muy es necesario para fijar nutrientes y evitar posibles contaminaciones.
Muy posiblemente alguna vez hayas escocido, por ejemplo, unas espinacas o un tronco de brócoli para que mantengan su verdor natural y un toque ligeramente crujiente. Pues bien, eso es lo mismo que debes hacer para congelar correctamente tus verduras.
"Con el escaldado se inactivan las enzimas como lipooxigenasas o polifenoloxidasas, que serían capaces de mantener su actividad a temperaturas de congelación, y producirían olores y sabores anómalos, y colores pardos indeseables", detalla Robles en sus redes.
Además, la experta cita otra buena razón para escaldar las verduras: "Este tratamiento térmico inhabilita parte de los microorganismos, mejorando la calidad higiénica, y expulsa el oxígeno que se aloja en los tejidos, lo que reduce las reacciones de oxidación durante el almacenamiento".
Tips para tener buen sexo sin enamorarse
Para ello sólo debes sumergir las verduras limpias ya troceadas en agua hirviendo durante un tiempo breve, entre un minuto y tres, en función del producto, necesitando menos tiempo los más delicados o blandos, y luego sumergirlo inmediatamente en agua muy fría para cortar esa cocción.
Las que no se pueden congelar
Por desgracia, no todas las verduras soportan igual de bien el congelador y varias de ellas no deben pasar por él, porque sus texturas se arruinan por completo. Es el caso de aquellas que tengan mucha agua o que suelan consumir crudas como podrían ser la lechuga, el tomate, el pepino, la papa y el apio.
Las que sí se pueden congelar crudos
Mientras estén bien lavadas, las verduras que sirven para guisos se pueden congelar sin tener que escocerlas. Entre ellas: el ajo, la cebolla, cebolleta, el puerro, los pimientos (limpios de semillas y troceados) el zapallo calabaza, las acelgas, las espinacas, las alcachofas, las berenjenas, repollos, coles y la zanahoria.
La mejor forma de freezarlas
La mejor forma de envasado siempre es al vacío, simplemente porque elimina el aire que quede dentro, de la bolsa o recipiente plástico, en su totalidad y porque las cierra por completo, evita que se oxiden y que contaminen olor.