Las cinco posturas ideales para tener sexo en el sillón de tu casa
Caer en la rutina sexual de siempre las mismas posiciones y los mismos lugares, es una de las amenazas que siempre rodea a una pareja, por eso es importante encontrar la forma de alejarse de eso.
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Una forma fácil de empezar a hacerlo es cambiando el escenario dentro de la misma casa, para tener sexo y así no tener que hacer grandes cambios, que al final no se concreten.
Puede ser en el baño, la cocina, el garage o simplemente en el sillón, sofá o futón que tengas en el living de tu casa. Sin embargo, al principio puede ser difícil encontrar posiciones cómodas, pero estas tres no pueden fallarte nunca.
Cara a cara
Es una de las posturas más excitantes que puede practicarse en un sillón y que consiste simplemente en que el hombre se siente de manera normal, mientras la mujer se coloca encima de él mirándolo de frente. De esta manera quedan cara a cara.
Será ella quien tome el control absoluto del ritmo y la profundidad de la penetración, aunque en algún momento también puede dejarlo en manos del hombre, que puede controlar la situación con sus movimientos.
Vaquera invertida
Esta posición consiste en que el hombre se sienta normalmente en el sillón y ella se sienta encima de él, pero mirando en la misma dirección, es decir, dándole la espalda.
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El hombre, desde atrás, puede contribuir a que la experiencia sea mucho más placentera si acaricia la espalda y el cuello de ella, dos de las zonas más erógenas del cuerpo. Mientras ella lidera los movimientos.
Sexo oral
El sillón facilita la comodidad para practicar sexo oral, tanto en el hombre como en la mujer. En el caso de ella, puede estar sentada tranquilamente mientras su pareja lo hace cómodamente arrodillado en el suelo.
En el caso del hombre, puede recibir una felación tanto sentado, de la misma forma que acabamos de explicar, o de pie, mientras ella está sentada en el mueble. También puede aprovechar y estimular algunas de las zonas erógenas más placenteras.
El limbo
El hombre está sentado y bien apoyado en el respaldo. Ella se sienta de cara a él colocando las piernas sobre sus hombros y él la penetra sujetándola por la espalda.
Se llama el limbo porque la mujer queda flotando en el aire, aunque a la vez tiene mucho control sobre lo que pasa. Esta postura facilita la excitación del punto G de ella que la llevará hacia el orgasmo seguro.
La H
La H es una postura para realizar la penetración, que es muy similar a la clásica postura del misionero. En este caso, la mujer está sentada en el sofá o sillón, pero levantando sus piernas hacia arriba, mientras que él está de rodillas o con las piernas flexionadas frente al sofá, de manera que puede penetrarla fácilmente.
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Cuando ella apoya sus piernas sobre los hombros de él, se produce la figura que da el nombre a esta postura.