Por ella todo: pagó un rescate de su esposa en dólares y oro pero era todo mentira
Mala suerte, miedo o exceso de confianza, lo cierto es que un hombre les entregó una fortuna en dinero y otros elementos de valor a delincuentes que le tendieron una trampa haciéndole creer que habían secuestrado a su esposa.
En total, el hombre entregó en concepto de rescate la suma de 43.000 dólares además de oro, pero en realidad, todo se trataba del famoso cuento del tío ya que su esposa no había sido víctima de ningún secuestro.
El hecho ocurrió en la noche del pasado jueves en la localidad de Nogoyá, cuando la víctima recibió un llamado telefónico a su línea fija donde una mujer, que se hizo pasar por su esposa, le decía llorando que la habían asaltado, lastimado y sacado todas las pertenencias que llevaba.
Los delincuentes que llamaron, le pidieron al hombre que le diera los dólares y el oro, por lo cual, ante la urgencia de asistir a su esposa, el hombre no percibió que estaba siendo víctima de una estafa.
El damnificado logró reunir 43.000 dólares, fue a la calle y dejó el dinero en una bolsa, tal como le habían indicado, tras lo cual regresó a su domicilio y observó a una persona que pasaba corriendo y se llevaba el botín.
Al advertir que había sido víctima de una estafa, el hombre realizó la denuncia, tras lo cual la policía se abocó a la tarea de investigar el caso para tratar de dar con los delincuentes.
Al respecto, el comisario Alejandro Fernández, jefe Departamental de Nogoyá, afirmó: "Llamó a su esposa, comentándole lo ocurrido respecto a que buscaron la bolsa, a lo que esta le manifestó que ella estaba bien, que en ningún momento le había ocurrido nada".
"Se realizaron los peritajes a los celulares, por los llamados y se van a solicitar las celdas de las antenas a las empresas para ubicarlos", señaló el efectivo.
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Con el avance de las investigaciones, el comisario explicó a los medios locales que se habría identificado a los responsables de la estafa: "Estamos trabajando con la identidad de dos personas sospechosas que serían oriundas de la provincia de Buenos Aires".
"Son llamados que van haciendo al azar, seguramente con una guía y contactándose con números fijos de domicilios y por ahí, toman desprevenida a alguna persona que cae en el engaño de los malvivientes", subrayó Fernández.