Con Sagasti a la cabeza, los senadores peronistas piden anular la designación de los jueces que Milei eligió
El interbloque peronista del Senado solicitó una sesión especial para el jueves con el objetivo de rechazar los pliegos de Manuel García-Mansilla y Ariel Lijo para la Corte Suprema, argumentando que fueron designados por decreto sin el aval de la Cámara alta. La petición fue presentada por los senadores José Mayans, Anabel Fernández Sagasti, Silvia Sapaz, Juliana Di Tullio y Fernando Salino.
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La decisión se tomó tras la reunión de la Comisión de Acuerdos, en la que se ratificó a Guadalupe Tagliaferri (PRO) como presidenta y a Anabel Fernández Sagasti (kirchnerismo) como vicepresidenta.
En el encuentro, Tagliaferri expresó su rechazo a la designación por decreto de los jueces de la Corte, señalando que "esta Comisión y el Senado en conjunto son los que tienen que decidir los jueces de la Corte Suprema, como lo establece la ley y la Constitución Nacional".
El pliego de Lijo ya contaba con dictamen favorable, pero el kirchnerismo decidió rechazarlo por la falta de tratamiento legislativo. En el caso de García-Mansilla, su postulación recibió dictamen en la Comisión de Acuerdos, aunque el peronismo aclaró que fue "en disidencia total", lo que implica un rechazo. Pese a haber jurado como juez de la Corte, su nombramiento sigue en debate hasta que el Senado se pronuncie.
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José Mayans, titular del interbloque kirchnerista, afirmó que el pedido de sesión busca frenar el avance del Ejecutivo sobre el Poder Judicial, al considerar que la designación por decreto "viola la Constitución Nacional". Además, advirtió que aceptar esta medida abriría la puerta a futuros nombramientos similares en tribunales inferiores, fiscalías y defensorías.
El rechazo impulsado por el peronismo requerirá 25 votos para anular los pliegos, mientras que el oficialismo y sus aliados no cuentan con los dos tercios necesarios para confirmarlos como ministros de la Corte. De esta manera, la sesión del jueves se perfila como un escenario clave en la disputa por el control del máximo tribunal.